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El dualismo y el monismo no son escuelas, sino más bien tesis o premisas. Sin embargo, por su relevancia en la psicología y diferencias entre sus propias escuelas, es importante destacarlo.
Según el dualismo, los seres vivos y, en especial, las personas tienen mente y cuerpo. Esta tesis es compartida de alguna manera con la mayoría de las religiones, en cuanto que distinguen entre alma y cuerpo, no siendo una reducible al otro ni viceversa.
Esta tesis que ya era referida por Platón en su diálogo “Fedón o del Alma”1 es tan central en el estudio de la psicología que P. Janet (1937) inicia su obra Tratado elemental de filosofía con esa disciplina y con el tema: “El hombre alma y cuerpo” (.
Respecto al tema del presente libro, encontramos esta tesis, por ejemplo, en René Descartes, entre los filósofos, y en Sigmund Freud, en el campo psicológico.
Por su parte, según el monismo todo es materia (cuerpo) o todo tiene un carácter espiritual. En la psicología científica predomina en particular la primera acepción. En la filosofía, el materialismo y el positivismo son escuelas centralmente monistas.
Por contraparte, encontramos la segunda acepción en el pensamiento de Spinoza, que concibe como uno solo a Dios y al mundo. Para Leibniz y Berkeley, la materia también se reduce al espíritu.2
En psicología, el conductismo adopta, en general, una perspectiva monista materialista.